Hacer la combinación de subte por el pasaje que está ubicado debajo del Obelisco suele ser una misión bastante engorrosa para los 300 mil usuarios que transitan la zona por día. Al salir de los coches, ya sea en la estación Carlos Pellegrini, 9 de Julio o Diagonal Norte, la gente se amontona y el tráfico para dirigirse hacia el otro ramal se torna mucho más intenso y, por ende, tedioso. Ni qué hablar si uno está apurado, como generalmente se percibe en la mayoría de los que se mueven por el Centro porteño, sobre todo en hora pico.
Pero la empresa estatal que administra la red de subtes de la Ciudad tiene un proyecto que busca ponerle fin a este problema. Para facilitar los accesos y la movilidad en el corredor que une las líneas B, C y D, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) lanzará el Plan de Accesibilidad, Circulación y Evacuación 9 de Julio.
Se trata de una obra esencial para modernizar el transporte y mejorar el servicio, ya que es uno de los sectores de la red de mayor confluencia de pasajeros. En este momento la iniciativa se encuentra en proceso licitatorio y para iniciar la primera etapa -prevista para mediados del año que viene- es necesario expropiar el estacionamiento ubicado sobre la calle Sarmiento al 800, donde se construirá un nuevo acceso a la parada Diagonal Norte, apto para personas con movilidad reducida, con espacios verdes y un parking para motos.
“Este proyecto va a mejorar la experiencia de miles de usuarios que transitan a diario por esas estaciones. Se trata de una obra de gran magnitud, que permitirá resolver un problema de circulación que viene desde hace 70 años, en un punto clave de la red”, afirmó el presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo. Los trabajos de infraestructura incluirán accesibilidad para personas con movilidad reducida, ampliación de andenes y mejoras en el sistema de ventilación.
¿Cómo será el paso a paso? La primera fase comprende el nuevo acceso a Diagonal Norte; la ampliación de 1.000 metros cuadrados de superficie del andén de la línea D sentido a Catedral, que conecta con la C; y la incorporación de un ascensor en la estación 9 de Julio de la D, rumbo a Congreso de Tucumán. Estas obras tienen un plazo estimado de tres años y requieren un monto cercano a los 200 millones de dólares, que será financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En una segunda etapa, se sumarán ascensores en las líneas B y C, se construirá un nuevo acceso al ramal B y se trabajará para mejorar su combinación con la D.
Estas tareas se enmarcan dentro del plan de mejoras en el subte que viene ejecutándose para potenciar la calidad de viaje diaria de más de un millón de usuarios. Entre las distintas obras hechas desde 2013, se destacan la inauguración de ocho estaciones y la compra de más de 400 coches con aire acondicionado. A partir de ese año aumentó un 20 por ciento la cantidad de pasajeros, que actualmente disponen de Wifi libre y gratuito en todas las estaciones de la red, de terminales de recarga de SUBE y de bibliotecas virtuales. En materia de seguridad, se colocaron 700 cámaras en puntos estratégicos que son supervisados las 24 horas y se sumaron 690 policías especializados. Además, los más de 50 locales de las galerías comerciales bajo el Obelisco lucen totalmente renovadas tras su puesta en valor a fines de 2014.