Un proyecto de ley busca prohibir el trabajo de las coperas y cerrar los locales que las emplean. La iniciativa, impulsada por los diputados Carmen Polledo (PRO) y Gustavo Vera (Bien Común), plantea modificar el Código de Habilitaciones para derogar la figura de las alternadora y dar de baja las habilitaciones de los locales que las contratan. El argumento es que es una manera encubierta de fomentar la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena. El proyecto ya pasó por varias comisiones, incluyendo la de Desarrollo Económico, y está previsto debatirlo en el recinto la semana próxima.
El Código de Habilitaciones de la Ciudad se basa en una ordenanza de 1976, la 33.266. Desde entonces, se determinó que los locales de baile clase A pueden tener “empleadas contratadas para alternar o bailar con los concurrentes”. Estas trabajadoras, dice la ley, deben inscribirse en un registro y contar con un carnet y libreta sanitaria. El Código también precisa que puede haber una alternadora por cada dos metros cuadrados del sector destinado al público.
El proyecto en estudio busca derogar la figura de la alternadora. Además, incluye una cláusula transitoria que ordena que, pasados 90 días de la publicación de la ley en el Boletín Oficial, caducarán definitivamente las habilitaciones otorgadas según la ordenanza 33.266, de todos los locales donde se promueva, facilite, desarrolle o se obtenga provecho “de cualquier forma de explotación de la prostitución ajena o de otras formas de explotación sexual o se verifique alguno de los supuestos de trata de personas”. “Esto se enmarca en una voluntad política del Gobierno porteño de combatir el flagelo de la trata de personas. Y estamos generando herramientas institucionales para hacerlo”, aseguró Polledo.