El legislador porteño de la Coalición Cívica ARI, Maximiliano Ferraro, aseguró sobre la recientemente publicada auditoría oficial que demuestra la falta de control de Lotería sobre las tragamonedas del Hipódromo de Palermo y el casino flotante de Puerto Madero que manejan López y Federico De Achával, que: “esta información confirma lo que venimos denunciando desde 2014, Cristóbal López era parte de una lógica ilícita que involucra a Néstor y Cristina Kirchner y contó con el visto bueno del Instituto del juego de la Ciudad de Buenos Aires”.
“Esto es una estafa y robo por donde se lo mire. El reciente informe de la Auditoria demuestra que el empresario kirchnerista es juez y parte, controlador y controlado, de un negocio millonario. Lo recaudado por el juego debe estar destinado para políticas sociales y educativas”, dijo Ferraro, quien junto a los legisladores Paula Olivetto y María Inés Gorbea presentaron en abril de 2014 la primera denuncia por falta de control de Lotería de las tragamonedas de López y Achával, la misma fue cerrada por el juez Rodolfo Canicoba Corral, en diciembre del mismo año.
Ferraro explicó que los pasos a seguir con esta nueva información será “una estrategia judicial que están analizando junto a la diputada nacional Elisa Carrió y la legisladora Paula Oliveto, que incluye ampliar la denuncia del 2008 por asociación ilícita que tramitan el fiscal Gerardo Pollicita y el juez Julián Ercolini, contra Cristóbal López, la actual gobernadora Alicia Kirchner, el ex responsable de la AFIP, Ricardo Echegaray, y el ex presidente de Lotería Nacional Roberto Armando López, entre otros”.
“Está claro que el control online no era deficiente, sino que tenía una lógica que permitió por más de 10 años un robo continuo y millonario, así es que hoy Cristóbal López le debe la Ciudad más de 4500 millones de pesos”, dijo Ferraro. Y agregó sobre la nueva información de la Auditoria: “si nosotros tomamos lo que López pagó en el 2014 que fueron 270 millones por esas 300 máquinas que estaban fuera de control, Cristóbal López evadió más de 15 millones de pesos”.
La auditoría de la AGN demostraría que los empresarios del juego Cristóbal López y Federico De Achával se habrían controlado a sí mismos en los tragamonedas del Hipódromo de Palermo y el casino flotante de Puerto Madero. Las empresas de juego de López y De Achával le donó el sistema de control on line a la propia Lotería Nacional, que debía controlarlos. Además la mayoría de las tragamonedas carecían de un sistema de energía ininterrumpida, por lo que se alteraban los algoritmos del curso de las jugadas (no se cumplía con el protocolo de hacer ganar un jugador después de una serie determinada de apuestas) La auditoría de la AGN acaba de publicar que Lotería no controló a los contadores de más de 300 máquinas tragamonedas de los barcos de Puerto Madero.