Gracias a un año electoral  ya empezaron los gremialista  a hacer diferencias para demostrar de que lado están y  así nunca querer llegar a un acuerdo y comenzar como corresponde las clases . No hubo acuerdo con los gremios y las aulas de las escuelas públicas de todo el país estarán vacías en el primer día del ciclo lectivo de este año. En cambio, sí arrancan 3 millones de chicos de colegios privados.Esta mañana, cuando asomen las primeras luces del día, la Argentina vivirá una de sus clásicas injusticias: una buena cantidad de chicos, aquellos cuyos padres puedan pagar una cuota, tendrán su primer día de clase, como lo establece el calendario escolar.
El resto, casi 5 millones de alumnos en todo el país, los que van a escuelas públicas y especialmente en las zonas más vulnerables, es más probable que tengan paro: deberán esperar hasta el miércoles, en el mejor de los casos, para vivir su inicio escolar. Si bien el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), el gremio que nuclea a los docentes privados, adhirió al paro de hoy y mañana, la experiencia de los últimos años muestra que en los colegios particulares las medidas de fuerza tienen menos adhesión. Se debe, entre otras cosas, a que en las escuelas privadas existe un control más directo entre empleador y trabajador. Alrededor de 3 millones de chicos asisten a instituciones privadas.
A fines de agosto del año pasado, los mismos cinco gremios nacionales que impulsan el paro de esta semana le hicieron la primera huelga docente nacional al gobierno de Macri. Por entonces pedían la reapertura de la paritaria, a raíz de la alta inflación del primer semestre de 2016. La medida tuvo un acatamiento muy dispar. En algunas provincias superó el 80% y otras, como Mendoza, donde se implementó el “ítem aula” que premia al presentismo, la adhesión fue baja. A pesar de estas diferencias, en todos los distritos las aulas abiertas fueron, en gran medida, las privadas.
Para muchas familias ya no importa si la educación privada es mejor o peor. La percepción de que al mandar allí a sus hijos se “salvan” de los paros (que desorganizan la rutina familiar) ya los decide a optar por esta modalidad educativa. “La gente da por hecho que la escuela pública tiene paros, y por eso no importa lo que pase ni lo que hagan los gobiernos. Mientras la ‘marca’ escuela pública mantenga una imagen institucional negativa, la educación privada va a seguir creciendo”, le dijo a Clarín Mariano Narodowski a raíz de un estudio sobre el impacto de los paros en la matrícula. Así, en noviembre pasado ya no había cupos en los colegios privados de la Provincia. Algunos especialistas hablan incluso de un proceso de “privatización de la educación” en el país.