Con la presencia de doce de los trece imputados, comenzaron los alegatos finales del juicio por irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA. El ex presidente Carlos Menem se sentó por primera vez en el lugar que le corresponde: el banquillo de los acusados y lo compartió con el ex subsecretario de la SIDE Juan Anchezar y el ex agente Patricio Finnen, los ex comisarios Carlos Castañeda y Jorge Palacios, Carlos Telleldín, Víctor Stinfale y Ana María Boragni, los ex fiscales Eamon Gabriel Mullen y José Carlos Barbaccia, el ex juez Juan José Galeano y el ex presidente de la DAIA Rubén Beraja.
Sólo Hugo Anzorreguy, entonces jefe de la SIDE menemista, no dio el presente alegando “dolor abdominal intenso”. Semanas atrás el Tribunal Oral Federal 2 había rechazado su pedido de quedar excluido de la causa por problemas de salud. Aún así, el secretario del tribunal se trasladó al domicilio de Anzorreguy para que éste siga el debate por videoconferencia. La fiscalía, a través de Miguel Yivoff comenzó ni bien lo dispuso el juez Jorge Gorini, con sus alegatos finales, presentación que se extendió durante todo el día.
A modo de introducción, el fiscal describió brevemente el contexto en el que ocurrió el atentado a la AMIA, considerando el antecedente del ataque a la embajada de Israel dos años antes. Si bien la investigación era claramente excepcional para el sistema judicial argentino, sostuvo, “nada evitaba que se desarrollara un proceso transparente”. Sin embargo, siguió, nada de eso ocurrió sino que, por el contrario “el expediente se transformó en un verdadero laboratorio de irregularidades”, cuyos responsables “destruyeron las expectativas y esperanzas que la sociedad y los familiares habían depositado en el Poder Judicial”.
En ese sentido, dijo que “la causa AMIA fue el fracaso del Poder Judicial pero también del Ejecutivo y del Legislativo”, esto último en referencia al silencio de los legisladores ante las claras irregularidades que se estaban cometiendo. Tras enmarcar el caso, el representante del Ministerio Público Fiscal comenzó a enumerar algunas irregularidades que se dieron al comienzo de la investigación y que serían el presagio del pago que se efectuó para comprarle una declaración armada a Telleldín.
Primeras irregularidades
Entre tantos hechos delictivos, el fiscal mencionó las malas condiciones de detención de Telleldín y los allanamientos y arrestos a su madre y hermano para ejercer presión sobre quien estaba imputado por el atentado como último tenedor conocido de la Trafic. A su vez, describió las circunstancias sospechosas en las que, con claro conocimiento de Galeano y de la SIDE, el ex capitán del ejército Héctor Vergez (torturador de La Perla) intervino en la investigación y le ofreció un millón de dólares a Telleldín para que vinculara falsamente a unos libaneses con el atentado.
Sobre eso también dijo que los ex fiscales hacían “presión en bloque” con Galeano, y hasta pidieron la detención de la pareja de Telleldín, Boragni, sin fundamentos. Incluso Beraja, dijo el fiscal, estaba al tanto de las irregularidades, según se desprende del testimonio de un ex agente de la SIDE que acompañaba a Vergez a visitar a Telleldín a la cárcel.Por último, como hecho clave para finalmente concretar la declaración buscada y el pago ilegal, el fiscal marcó las contradicciones entre lo expresado por la entonces camarista María Luisa Riva Aramayo y las posteriores declaraciones de Telleldín.
Es que de un encuentro entre ambos, surgió formalmente la versión contra los policías bonaerenses aunque luego Telleldín reconoció que arregló esa versión porque “se jugaba una perpetua y no tenía alternativa. Ella venía de Corach y Menem”.Carlos Corach, quien a partir de la apelación de Memoria Activa continúa imputado en la causa por encubrimiento cuyo tramo está en la instrucción, fue muy mencionado hoy junto a las irregularidades y le valió al fiscal cierta autocrítica: “Nos quedamos cortos con la imputación”.
El peculadoLa fiscalía dio por probado el delito de peculado (malversación de fondos público) para todos los involucrados en el pago ilegal a Carlos Telleldín con dinero de fondos reservados de la SIDE. Se basó tanto en las declaraciones del ex agente Patricio Finnen, quien tuvo a cargo la operación del pago, y de Anzorreguy. Ambos afirmaron que el dinero había sido pedido por el entonces juez Galeano. Además, dijo que en los videos en los que Telleldín y Galeano negocian el pago, mencionan a la SIDE y que con el entrecruzamiento de llamados del día de la entrega del dinero, se puede probar que no sólo ellos estaban al tanto del origen de los 400 mil dólares, sino que también sabían del pago los ex fiscales y Beraja.
¿Para qué se le pagó a Telleldín?.“¿Para qué se le pagó a Telleldín?”, se preguntó el fiscal y dio dos opciones: para que mienta o para que de información, como era habitual para la SIDE. Si se tiene en cuenta que Telleldín ya había brindado la información en su reunión con Riva Aramayo, reflexionó el fiscal, entonces no era información nueva por la que pagar sino que sólo se la quería incluir en la causa. “Hay importantes indicios que llevan a pensar que fue una mentira lo que declaró Telleldín”, dijo Yivoff, aunque no puede probarse, explicó, que Galeano haya buscado deliberadamente una versión falsa, pero sí que aceptó esa versión como verdadera sabiendo que ni antes ni después del pago la logró probar. De todas maneras esto, concluyó la fiscalía, no resulta relevante para el delito de peculado: “El pago por sí solo resulta delictivo”.
El alegato de los fiscales sigue este lunes a las 10 y puede seguirse online en