Durante la mañana del pasado viernes 15 de diciembre en el Archivo Nacional de la Memoria del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), se inauguró un ciclo de charlas titulado "El negacionismo como forma de discriminación" por parte del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y el Consejo Nacional Armenio.
Ariel Isaak, director de Políticas contra la Discriminación del INADI, abrió el ciclo de charlas que se llevarán a cabo a nivel nacional haciendo referencia a la responsabilidad del INADI, el organismo que lucha contra la discriminación, de acompañar "tanto la comunidad judía como la armenia ha sido víctima de situaciones genocidas". "Negar parte de la historia es distorsionar la realidad, confundir y hasta incentivar que este tipo de cosas vuelvan a suceder", opinó Isaak en referencia a la importancia de las charlas auspiciadas por la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación.
El director del Consejo Nacional Armenio de Argentina, Nicolás Sabuncuyan, señaló que Argentina "está a la vanguardia en la lucha contra el negacionismo por el Genocidio Armenio". Para explicar el caso armenio, se refirió a los trabajos del historiador Richard Hovannisian, quien definió las cuatro etapas del negacionismo del genocidio contra el pueblo armenio como negación, racionalización, relativización y banalización del hecho, y destacó la importancia de que la política negacionista se lleve adelante desde el propio Estado perpetrador.
"¿Qué tiene que ver la Argentina con estas políticas? ¿Por qué es importante hoy hablar en Argentina de las políticas negacionistas que el Estado turco sostuvo y sostiene? El negacionismo se expande a partir de que se expande la causa armenia. Empieza a operar en distintos países para intentar demostrar que ‘no se trató de un genocidio’ o que cada vez que un Estado se involucra, entorpece las negociaciones", dijo Sabuncuyan. "Pero la Argentina lo hizo y de manera ejemplar", agregó el directivo del Consejo Nacional Armenio, recordando las gestiones del gobierno argentino a través del enviado a Naciones Unidas, Leandro Despouy, para que se sume el caso del Genocidio Armenio en el informe sobre Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio del experto inglés Benjamin Whitaker en 1985.
Por su parte, Julián Schvindlerman, asesor político de la DAIA, habló sobre tres formas de negación de la Shoá: la negación en sí de los hechos, la minimización y la banalización. "Para tener la capacidad moral de negar el Holocausto, uno tiene que refutar a los sobrevivientes, a los espectadores y a los perpetradores. Eso es lo más insólito del componente de la negación. Los perpetradores nunca negaron la comisión del genocidio". El directivo de DAIA recordó un ejemplo de negacionismo en el caso del historiador David Irving contra la académica Deborah Lipstadt en Reino Unido en el año 2000, cuando Irving presentó una demanda por difamación contra Lipstadt, quien lo había acusado de negar el Holocausto. Lo que sucedió fue que "el Holocausto fue a juicio" y el juzgado terminó fallando a favor de la demandada. "Los hechos históricos no son tema de debate. Uno puede debatir y tomar ciertas interpretaciones sobre un acontecimiento en lo que refiere a la interpretación del hecho o a su análisis. Pero la negación del hecho no es un legítimo tema de debate", finalizó Schvindlerman.