Se mezclaron millones de sensaciones en dos puntos neurálgicos de la Ciudad. Por un lado, en Plaza San Martín. Por el otro, en Parque Centenario. En ambos lugares, bien lejos geográficamente de Rusia, se compartió la pasión por la celeste y blanca, que se extendió hasta minutos antes del final del partido que Argentina sufría frente a Nigeria. Hasta que llegó la definición de Marcos Rojo, el golazo del triunfo que colocó a la Selección en los octavos de final del Mundial, donde el próximo sábado (11 horas) se cruzará con el poderoso Francia. Pasó la angustia y quedó ese apoyo incondicional de los porteños, quienes a lo lejos sufrieron, pero terminaron abrazados, felices de la vida por una actuación emotiva. Por la recuperación del equipo; por las atajadas decisivas de un héroe anónimo llamado Armani; por la firmeza de los defensores, aunque con los errores lógicos producto de semejante presión; por los «dientes apretados» de los volantes; por Messi, sí, por Messi, que se sacó las ganas después del golazo para un cuadrito; por los de arriba que las pidieron todas; por el equipo, que tuvo un objetivo cumplido; y fundamentalmente por lo que viene, que motiva a más de uno, por cierto.Los partidos de la Selección Argentina se disfrutan de manera gratuita en las pantallas gigantes de Plaza San Martín y Parque Centenario. Hasta el 15 de julio se podrán ver en vivo lo que pase en la Copa del Mundo.
Todas las personas que se encuentren en la Ciudad ya pueden seguir cada partido de sus seleccionados en el marco del espacio público y de forma totalmente gratuita, tal como ocurre en varias ciudades del mundo. Buenos Aires Mundial, tal como sucedió en 2014, ofrece todos los partidos de la competencia en Rusia en pantallas gigantes para que todos puedan seguir a sus equipos. Y este jueves y viernes se vivió a pleno, desde el partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudita. Esta propuesta se desarrolla en más de 30 ciudades de todo el mundo, lo que posiciona Buenos Aires a la vanguardia de las grandes urbes del mundo que buscan recuperar el espacio público para que todos los habitantes puedan utilizarlo en libertad y con alegría. Tanto en Plaza San Martín como en Parque Centenario confluyen oficinistas de la zona de Constitución, vecinos, turistas que provienen de todos los puntos de la ciudad, desde Núñez hasta Villa Riachuelo (norte – sur) y desde Puerto Madero hasta Versalles (este – oeste), familias del Barrio 31, hombres y mujeres provenientes de la Provincia de Buenos Aires por ser zona de paso hacia la Terminal de Retiro, miembros de las distintas colectividades participantes de la competición. En la edición 2014 disfrutaron del Mundial de Brasil en las pantallas de la Ciudad 600.000 personas de diferentes países y colectividades. Con mucho entusiasmo la gente se acercó a ambos parques a ver los partidos de la selección y de otros países.