Hace un año, finalizaba la demolición del Elefante Blanco, un edificio que, inicialmente, había sido pensado para convertirse en el hospital más grande de América Latina pero que fue abandonado en 1955 en medio de su construcción. El lugar y sus alrededores, que con el correr de los años comenzaron a ser habitados por familias, se había transformado en un lugar peligroso para los vecinos, ya que se habían acumulado toneladas de basura y la construcción presentaba riesgos de derrumbe.Para dejar atrás el antiguo Elefante Blanco y transformar la zona, se ideó un proyecto para construir la nueva sede del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, un edificio de tres pisos y de 17.700 metros cuadrados, inteligente y sustentable, de cara a la avenida Piedrabuena, que llevó casi 1.200 puestos de trabajo al sur de la Ciudad.
Junto con la nueva edificación, y en el preciso lugar en el que se encontraba el antiguo Elefante Blanco, se creó un nuevo parque de 12.100 metros cuadrados, que cuenta con un anfiteatro, juegos inclusivos y de agua para niños, sector de patinaje, cancha multideportes, postas aeróbicas y un área de descanso con mobiliario urbano. El diseño se realizó junto con los vecinos del barrio y contempló nuevas veredas e iluminación LED, además de la puesta en valor de las calles De la Rosa, Hubac, Cañada de Gómez y Timoteo Gordillo. Además, se inauguró una nueva sede del Banco Ciudad abierta para todos los vecinos.