Clr. Claudia Quiroga Daldi
Equipo de difusión del Counseling
Asociación Argentina de Counselors
Según la Real Academia Española, Vacación (lo toma en singular) es el descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. Sin embargo, no es inusual que luego de nuestras vacaciones descubramos que no descansamos lo suficiente y cierta sensación de desasosiego nos embarga al caer en la cuenta que esos días tan anhelados ya pasaron y que para tener una nueva oportunidad de descanso falta un largo año.
Como counselors es frecuente que acompañemos a consultantes para quienes las vacaciones traen aparejados conflictos, aún desde su planificación. Comparten distintos tipos de problemática, como el logro de acuerdos en la etapa previa, falta de disfrute motivado por diversas circunstancias, imposibilidad de desconectarse del todo de lo laboral o sensación de frustración en la etapa posterior, si se pudo viajar o dificultad para encontrar alternativas que resulten satisfactorias si la situación económica lo impide, por citar algunas de las situaciones que motivan las consultas.
¿Es posible transitarlas plenamente?
O en caso de que esto no suceda al menos que no se transformen en un motivo más de estrés. Quizás teniendo en cuenta que vacacionar no es sinónimo de viajar ni implica necesariamente una sucesión interminable de actividades, sino que tiene que ver más bien con descansar, recargar energía y pausar lo habitual. Es simple, aunque no siempre fácil. Es probable que la dificultad se ocasione a ciertas imposiciones familiares o incluso culturales que nos impiden priorizarnos y de esa tensión resulta la insatisfacción que sobreviene y que, al menos, resulta contradictoria, porque un período que debería ser de disfrute absoluto se transforma en un motivo de frustración.
Una alternativa es dejar de lado el “deber ser” o el “deber hacer” y planificar las vacaciones desde nuestras prioridades y posibilidades, teniendo en cuenta motivaciones propias y no ajenas y permitirnos consensuar sólo si ello no implica renunciar a nuestros deseos. Las vacaciones no son un lujo, ni un capricho, sino una necesidad y como tal habría que experimentarlas, pero sin olvidar que como su definición lo indica, vacacionar es descansar, lo demás es secundario.
Clr. Claudia Quiroga Daldi
Equipo de difusión del Counseling
Asociación Argentina de Counselors