El peronismo porteño prepara un proyecto para cobrar un impuesto extra a las viviendas ociosas en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien aún no hay una definición, el gravamen podría equivaler a un 30% extra en la factura de ABL. Los problemas habitacionales son una de las principales preocupaciones de los porteños. Se calcula que casi 350 mil hogares tienen alguna dificultad y por eso los diputados capitalinos del Frente de Todos trabajan en una iniciativa para que salgan al mercado mayor cantidad de inmuebles. Según habían calculado en 2015 con datos del censo, en la Ciudad hay cerca de 140 mil viviendas vacías. A pesar de que en los últimos años el gobierno porteño aprobó algunas leyes en favor de los inquilinos, como que las comisiones sean pagadas por los dueños, la situación es complicada.

El origen de la iniciativa fue en 1999 cuando Francia decidió cobrarle un impuesto extra a aquellas viviendas que llevan vacías más de dos años. La tasa es progresiva y parte de un 10% del valor del impuesto para el primer año vacante y se eleva hasta el 15% después de dos años. Los legisladores  de la Ciudad pretenden que el producido del impuesto se vuelque a los inquilinos. Desde Inquilinos agrupados, su titular Gervasio Muñoz había realizado una propuesta similar hace dos años. La intención era que lo recaudado sirviera para que el Banco Ciudad ampliara las garantías para alquilar en territorio porteño. Los legisladores tampoco decidieron cómo podría aplicarse el impuesto: pretenden hacer una diferenciación entre aquellos propietarios que cuentan con varias viviendas en alquiler y aquellos que tienen una sola.