“Nuestro trabajo es tan importante como el de médicos y enfermeros. Por eso tomamos todas las medidas necesarias para protegernos, como el uso de barbijos o alcohol en gel”, explicó Morales quien lidera uno de los equipos territoriales que visitan vivienda por vivienda para la desinfección de los frentes, calles y pasillos en barrios vulnerables.
Estas actividades de higiene se refuerzan a través de las tareas de barrido y recolección de residuos, como en el barrio 31, en donde además sumaron motos que retiran la basura a domicilio. En paralelo, dado que una de las principales formas de prevención es estar informado acerca de las posibilidades de contagio y las consecuencias de violar la cuarentena y el aislamiento social, la Ciudad comenzó en marzo una campaña de comunicación en barrios populares.
La estrategia de difusión combina una variada gama de opciones: desde estrategias territoriales calle por calle con altoparlantes y megáfonos, afiches y pasacalles, hasta el uso de herramientas digitales como redes sociales, el envío de mensajes por SMS geolocalizados, y mensajes de Whatsapp a vecinos y grupos de cooperativas. Estas estrategias de difusión de las medidas de prevención se potencian con el apoyo de organizaciones sociales, comedores barriales, jardines, centros de primera infancia y establecimientos religiosos como parroquias, capillas e iglesias evangélicas, quienes tienen una gran permeabilidad entre los vecinos y las vecinas del barrio.