En el último Consejo Federal de Educación del año pasado, el 18 de diciembre, los ministros definieron sus calendarios escolares. Todavía no suponían que una pandemia podía dejar sin clases presenciales a todo el sistema durante más de tres meses. En ese momento, en casi todo el país incluidas la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, acordaron comenzar el ciclo lectivo el 2 de marzo y terminarlo a mediados de diciembre. En el medio, precisaron también las fechas de las vacaciones de invierno. Más allá de que será un receso diferente, sin actividad turística y con salidas imposibilitadas, los docentes y alumnos tendrán un descanso de dos semanas.

Si bien la mayoría de los distritos definió su receso invernal entre el 13 y el 24 de julio, en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires docentes y alumnos descansarán entre el 20 y el 31 de julio. Las vacaciones de invierno son siempre uno de los momentos más esperados del año tanto por niños y niñas como por los jóvenes, que por dos semanas pueden poner en pausa las tareas y obligaciones de la escuela para disfrutar de distintas maneras su tiempo libre. Las familias suelen usar ese tiempo para hacer algún viaje, o llevan a sus hijos a espectáculos teatrales y a ver películas al cine, así como otras actividades que en años menos complejos se diseñan especialmente para el público infantil en esa época.

Pero debido a que continúan aumentando los contagios de Covid-19 y se prolongan las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, estas vacaciones de invierno no serán las mismas de otros años. Igualmente estas dos semanas son muy esperadas por los chicos, que se encuentran realizando las tareas escolares en el hogar, como también para los padres, quienes están en muchos casos agotados de trabajar a la par de cuidar que sus niños cumplan con los deberes, asistan a las videoconferencias con sus maestros y entreguen trabajos a través de distintas plataformas virtuales.