Las ganas de ayudar, la solidaridad, la empatía con las personas que están atravesando situaciones complejas, son las razones que explican el aumento del trabajo de los voluntarios en esta época de pandemia. El área de Voluntariado de AMIA comprobó esta tendencia y siguió canalizando el compromiso social de mucha gente que dedica su tiempo y conocimientos para brindar contención y aliviar a quienes hoy más necesitan de nuestra cooperación. En este sentido, el área que depende del Departamento de Programas Sociales de la institución reforzó los programas que ya realizaba para poder dar más respuestas en medio del aislamiento social que comenzó el 19 de marzo pasado.

El programa Lebaker, una iniciativa que funciona desde hace muchos años en AMIA, fue reconvertido cuando se decretó la cuarentena, y hoy  es una gran red de apoyo para estar cerca, de manera telefónica, de las personas mayores.“Mediante diferentes iniciativas, los voluntarios de la institución están realizando un gran aporte de tiempo, de dedicación y de saberes para acompañar a la gente que hoy necesita sentirse cuidada y escuchada”, explica Eliana Epelbaum, coordinadora de Voluntariado de AMIA.

Para realizar las llamadas, los voluntarios cuentan con el asesoramiento del Departamento de Programas Sociales de AMIA. Su equipo profesional luego recibe el relevamiento de necesidades y pedidos que se registraron en cada contacto, para poder brindar las respuestas y soluciones adecuadas.“A pesar de la distancia física, los llamados hoy son el gran puente que permite que se generen nuevos vínculos y que el acompañamiento sea posible en un momento en el que es tan importante expresar emociones y sentir cercanía y comprensión “, destaca Epelbaum.Los interesados en sumarse como voluntarios pueden contactarse por mail a voluntariado@amia.org.ar.