El récord de nuevos casos de COVID-19 y una curva que no deja de crecer potencian las alertas sobre la disponibilidad de camas. Si algo está claro es que la pandemia vino a reforzar el valor de la salud, en especial la pública. La coordinación del Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta con el Gobernador Axel Kicillof es tan inevitable como obligatoria, pues la región metropolitana está integrada. Ahora bien, ¿es lo mismo el enfoque de uno y otro sobre el rol del Estado, la salud pública y la salud privada? El mandatario porteño progresivamente empieza a diferenciarse de la Nación y la Provincia, apostando a la responsabilidad individual, la buena voluntad del sistema privado y la filosofía de las libertades.
No es casual, el jefe político de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, se fue a Francia y todo indica que Rodríguez Larreta quiere ampliar su influencia en la conducción del principal espacio opositor de la Argentina. El sábado pasado hubo una fuerte represión contra familiares de Santiago Maldonado y organizaciones de derechos humanos que se movilizaron en Buenos Aires. El rol de la Policía de la Ciudad, que responde política e ideológicamente al Ejecutivo porteño, no siguió las mismas órdenes que cumple cuando los manifestantes se expresan en contra de la cuarentena y las políticas del gobierno nacional.
En una Legislatura que intenta anular a la oposición, seguir promoviendo superpoderes y teniendo en manos oficialistas todos los organismos de control, el Jefe de Gabinete Felipe Miguel brindó su informe de gestión sin respuesta a la mayoría de las preguntas de la oposición. Quizás desde el Ejecutivo se han olvidado que el Poder Legislativo es representativo de la ciudadanía y está compuesto por distintas fuerzas políticas, pero como hemos venido observando, no todos los ciudadanos y ciudadanas tienen los mismos derechos.