Los allanamientos fueron ordenados por el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 15, a cargo de la doctora María Araceli Martínez, a requerimiento de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Número 5 del doctor Miguel Ángel Kessler, y realizados en los últimos días por la Brigada de la División Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad. Ambos procedimientos fueron supervisados por Juan Pablo Sassano, subsecretario de Seguridad Ciudadana, en el marco del Programa de Lucha Contra la Comercialización de Autopartes Ilegales. «La División Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad viene haciendo un trabajo muy fuerte y, en este caso, logró desbaratar una organización que robaba vehículos en la provincia de Buenos Aires, los desmantelaban y acopiaban acá, donde se hallaron autopartes por 87 millones de pesos», sostuvo el vicejefe de Gobierno porteño a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli.

El funcionario agradeció la tarea de la jueza Martínez y el fiscal Kessler, por haber permitido «hacer los allanamientos y terminar con este tipo de bandas que hacen robos violentos a mano armada, con el riesgo de terminar en pérdida de vidas».Para el secretario de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, «no es casualidad que haya disminuido más del 50 por ciento el robo de automotores en la Ciudad de Buenos Aires, lo cual -dijo- tiene que ver con más tecnología, prevención y Anillo Digital, pero sobre todo por las investigaciones que realiza esta división a cargo del comisario inspector Miguel Ángel Fornaro, sacando a estos delincuentes de la calle».

Por su parte, Sassano resaltó «la importancia de haber identificado hasta ahora partes de 35 vehículos robados, gracias al grabado de autopartes, que permiten identificar la patente y luego, con los teléfonos que tiene la Policía de la Ciudad, consultar si tal vehículo tiene algún pedido de secuestro». En tanto, el subjefe de la Policía de la Ciudad, Oscar Cejas, destacó «el trabajo muy profesional que vino llevando a cabo desde hace varios meses el personal de la División Sustracción de Automotores de la Superintendencia de Investigaciones, que ha culminado con una banda que comercializaba autos robados en al Provincia de Buenos Aires». Está investigación se inició en mayo último, cuando personal de la división actuante realizaba un recorrido de rutina por la zona comercial de Warnes, y observó que frente a un local de Dorrego al 300, en el barrio de Chacarita, desde una camioneta se descargaban autopartes.

Los oficiales se acercaron al vehículo y corroboraron que las piezas eran usadas y no contenían respaldo legal del Registro Único de Desarmadero y Actividades Conexas (RUDAC), dependiente de la Dirección Nacional del Registro Automotor. En consecuencia, se procedió a la detención del conductor de la camioneta por infracción a la Ley de Desarmadero (25.761) y al consultar con la Fiscalía del doctor Kessler, se avaló el procedimiento y ordenó el secuestro de las autopartes (discos de embrague, sistemas de freno y amortiguadores) y el comienzo de una investigación sobre el local de la calle Dorrego al 300, donde se comercializaban las piezas.

La Brigada de la División Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad investigó por casi cuatro meses los movimientos y circuitos del local, y confirmó que estaba relacionado con un depósito ilegal situado en la calle Fragata Sarmiento al 2100, en La Paternal. Allí, durante una pesquisa se corroboró que operaban vehículos sin chapa patente transportando y extrayendo repuestos del lugar, y que también se acopiaban piezas de rodados sustraídos en la Ciudad y en Provincia de Buenos Aires. Con estos datos, la magistrada ordenó los allanamientos tanto en el local de Dorrego como en el depósito en Fragata Sarmiento.

En el primer lugar inspeccionado, se secuestraron 301 placas de embrague, 179 patines de freno, 52 campanas de freno y 286 discos de embrague, y se individualizó a un hombre como responsable del lugar. Pero, lo más importante para la causa se encontró en el depósito de La Paternal, en una planta baja de un edificio simulando ser una cochera, donde los oficiales incautaron 5.700 autopartes, entre puertas, capots, tapas de baúles, volantes, tapas de cilindros, ópticas, espejos, faros, cigüeñales y estéreos de autos de alta gama y con un alto precio de reventa en el mercado negro. En total las autoridades incautaron en los dos allanamientos  6.518 autopartes, por un valor estimado de 87 millones de pesos en el mercado ilegal.

Los investigadores determinaron que 35 piezas de las secuestradas tenían código del Registro de Verificación de Autopartes (RVA) (Ley 3.708), con pedido de secuestro activo, a solicitud de diferentes magistrados de la Ciudad y Gran Buenos Aires, por delitos de robo, robo a mano armada y hurto. Eso significa que en esos depósitos había bienes que fueron robados en, al menos, una treintena de hecho delictivos, con violencia de por medio. Asimismo, los investigadores estiman que otras piezas también habrían sido producto de ilícitos, ya que muchos de los elementos secuestrados tenían limado el código de RVA.
Las piezas secuestradas serán compactadas y lo recaudado será destinado a entidades de bien público.