El viernes 7 de mayo cumple su 145 aniversario el Hipódromo de Palermo, un ícono ­porteño que fue declarado patrimonio arquitectónico de la Ciudad. Habrá carreras sin público entre las 12.30 y las 18h y los medios podrán ingresar a hacer notas con los jockeys, cuidadores de caballos y autoridades del lugar. “A pesar del momento difícil que vivimos, en el Hipódromo de Palermo trabajamos día a día para superar esta situación de la mejor manera posible. Adecuamos y mejoramos constantemente la experiencia para cuando puedan volver nuestros visitantes y desarrollamos canales digitales que son los pilares de la nueva realidad.

A la vez, impulsamos el desarrollo de la actividad hípica en el resto del país y en todo el mundo”, aseguró Fernando Facal, Gerente General del Hipódromo de Palermo. Desde su inauguración, en 1876, fue un punto de encuentro y el lugar predilecto de importantes acontecimientos de la vida social y cultural nacional. A diferencia de lo que sucedía en otras latitudes, en nuestro país las reuniones hípicas atrajeron el interés de los sectores populares.

En Palermo, las máximas premiaciones del Turf se convirtieron en una ceremonia oficial. Los presidentes Julio Argentino Roca, José Figueroa Alcorta, Carlos Pellegrini, Hipólito Yrigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear, Ramón Castillo, Raúl Alfonsín y Carlos Menem estuvieron presentes en distintas ediciones del Gran Premio Nacional. También lo visitaron figuras de la talla de Miguel Cané, Ernesto Sábato, Carlos Gardel y Diego Maradona. En la década del 80 y con la vuelta a la democracia comenzaron las transmisiones televisivas de las reuniones hípicas de Palermo. En los 90 se ordenó la privatización de la conducción del Hipódromo y el 5 de agosto de 1992 se adjudicó a una entidad llamada HAPSA (Hipódromo Argentino de Palermo Sociedad Anónima).

La empresa se embarcó en un ambicioso plan de modernización y mejoras a través del cual se recuperaron los boxes, la redonda de exhibición y el túnel de jockeys. Además, se remodeló por completo la Tribuna Paddock y se instaló la pantalla gigante de leds más grande de Sudamérica. En los 2000 HAPSA inició un proceso de restauración de fachadas y del interior de estas construcciones patrimoniales. A partir de la gestión privada, el Hipódromo se reinventó y se convirtió en un gran Parque Urbano con entrada libre y gratuita. Turf, slots, historia, tradición, innovación, arquitectura, turismo, seguridad y la más exquisita gastronomía se reúnen en un mismo lugar.

En el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, el Hipódromo ofrece una amplia oferta de entretenimiento para toda la familia, que incluye muestras de arte, desfiles de reconocidos diseñadores de moda, ferias, actividades culturales, deportivas y de bienestar y shows de artistas nacionales e internacionales.  Actualmente, debido a las medidas sanitarias adoptadas por la pandemia, el Hipódromo sufre el cierre de sus salas de slots y tuvo que aplicar importantes restricciones en el resto de sus actividades. Sin embargo, continúa invirtiendo para promover el entretenimiento a distancia a través de sus nuevas plataformas de diversión remota.