Desde hoy lunes a la noche y por ocho días, el mundo judío celebrará Pésaj (Pascua judía), la Fiesta de la Libertad, que conmemora la salida de los Hijos de Israel de la esclavitud en Egipto, relatada en el libro bíblico del Éxodo, y su constitución como pueblo. La festividad es uno de las tres fiestas de peregrinación del judaísmo, ya que durante la época en que el Templo de Jerusalem existía, se acostumbraba a marchar hacia el mismo para realizar allí ofrendas.

En Pésaj está prohibida la ingesta de alimentos derivados de cereales (trigo, cebada, centeno, avena y espelta) fermentados, llamados en hebreo “jametz”.
En su lugar se acostumbra comer matzá (pan ácimo), ya que según la tradición, los Hijos de Israel salieron de Egipto con mucha prisa y no tuvieron tiempo para dejar leudar el pan para el camino. El Séder (orden, se refiere a la cena tradicional de Pésaj, que cuenta con una sucesión de pasos rituales preestablecidos) se celebra en el hogar la primera noche (en la Diáspora, las dos primeras), aunque se ha sumado la costumbre de hacerlo en comunidad, en sinagogas o salones contratados a tal fin.